domingo, 12 de agosto de 2012

Este libro de cuentos constituye un lazo infinitamente fuerte con mi querida infancia.



"ESTE LIBRO DE CUENTOS CONSTITUYE UN LAZO INFINITAMENTE FUERTE CON MI QUERIDA INFANCIA"




Tiempo atrás, entre los recuerdos que traje a mi mente estaban los libros de cuentos de mi infancia. Entre ellos había uno muy especial que por años mantuve olvidado por completo.

 ¿Por qué reapareció?

 No lo sé.

Pienso que me buscó él a mí,  porque mi afán era llegar hasta aquello que muchos años atrás formó parte de mi vida. Mi amor por los libros me "estacionó"  junto a mi madre buscando el lazo, ese lazo entre ambas, tan infantil como el cuento de "batalla".

 Los recuerdos se mezclan y así haciendo memoria en la gran "ensalada de mi mente" comencé a rastrear ese libro, ese cuento que buscaba sin saber bien cómo era, cuál era y qué decía.

El lunes 3 de abril de este año lo ENCONTRÉ y lo RECORDÉ. ¡Qué alegría inmensa! ¡Qué satisfacción!






Gracias al Blog de Daniela Pelegrinelli lo hallé unos meses después que lo empecé a buscar.

 ¡Qué sorpresa!

 Al verlo, automáticamente me trasladé en el tiempo. Ví "momentos" confusos de mi infancia. Me ví muy chiquita en la cuna amarilla pastel en el dormitorio de mis padres. Y ahora, también recuerdo una figurita pequeña de unos niños jugando, que estaba en el respaldo de la cuna. Me vi en la cocina sentada en la sillita alta. Además se hicieron presente  las imágenes de un vasito de plástico color verde con el que tomaba agua también por las noches, otro rosa de plástico transparente que lo utilizaba durante el día, el adorno de la Sagrada Familia para la cabecera de la cuna, que todavía conservo y... me detuve... para que las vivencias continuaran  apareciendo en mi mente.

Fue así como hallé el libro de cuentos que me leía mi mamá una y mil veces. Hallé mi cuento, ese cuento que esperaba  que mi madre me contase, que seguramente se lo alcanzaba con mis pequeñas manitos para que me lo lea una y otra vez, o quizás  por lo menos una más. ¡Tanto me gustaba  -ese cuento de hojas rugosas-, que nunca parecía suficiente! 

Gracias Daniela por compartir tus relatos y trabajos a través del Blog. Accedí a él en el momento adecuado -ni antes ni después-  por eso digo que ese libro de cuentos me buscó.


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