viernes, 19 de octubre de 2012

El CÓMIC.


EL CÓMIC


Hace más de 100 años que va a surgir el cómic como un nuevo lenguaje integrador de otros lenguajes. A fines del siglo XIX –la época en que va a nacer el cine- el cómic no va a adoptar sus formas y convenciones actuales. Desde entonces, se ha convertido en un fenómeno artístico y social universal.



“Richard Felton. The Yellow Kid, 1895. Este nene está considerado el primer personaje de cómic. El diario nortamericano New York Journal va publicar las primeras tiras de viñetas con textos de diálogos escritos sobre los vestidos”.



La viñeta

La viñeta es la unidad definidora del lenguaje del cómic porque integra la imagen, los signos grafoplásticos y el texto. El tamaño de la viñeta condiciona el espacio de representación y el tiempo que es necesario para leerla. Las viñetas pueden ser de diferentes formas, según el tipo de espacio que representen y la acción que expliquen. En los lenguajes secuenciados más primitivos todas las viñetas tienen la misma forma y medida.



Portada de la revista infantil Chicos, editada en Madrid en 1940.
Las viñetas de la página de este cómic tienen formas muy diferentes.





Peyo. El trobadors de Rocafort, 1997. Cómic publicado en la revista Cavall Fort.


En esta página de cómic, la viñeta superior representa un espacio grande donde pasan muchas cosas. Se necesita tiempo para poder captar todo lo que se explica. Por el contrario las tres viñetas pequeñas representan tres instancias de una acción en un espacio muy limitado. La lectura es muy rápida.




El montaje

Las viñetas de un cómic han de ordenarse y distribuirse por la superficie para comunicar un mensaje descriptivo o narrativo. El objetivo principal de una operación de montaje es comprender la secuencia. La extensión del montaje en el cómic puede ser: la tira, la página o el libro.



Quino. Mafalda 5, 1992. Ejemplo de tira horizontal.


 La tira tiene el montaje más elemental. Está constituida por dos o más viñetas seguidas, en dirección vertical u horizontal. Una página de cómic ha de entenderse en conjunto como una composición grafoplástica en que intervienen el equilibrio y los ritmos.


En la cultura occidental, la orden de lectura es de izquierda a derecha y de arriba abajo. Este factor se ha de tener en cuenta cuando se hace una tira o una página de cómic. El lector ha de poder identificar el itinerario de lectura de las viñetas. En el libro el cómic ocupa más de una página; se ha de tener en cuenta que cada una ha de abrir paso a la siguiente: no pueden olvidar como comienzan y acaban dos páginas consecutivas.




                                                    Andreas. Rork 4. Descens, 1993.

El autor tiene mucho cuidado. Todos los elementos de cada viñeta, contribuyen al equilibrio del conjunto de la página.



La continuidad entre viñetas.

La conexión  de viñetas consecutivas acostumbra a seguir la lógica de la narración. La solución más utilizada consiste en mostrar, en viñetas consecutivas, la acción de unos personajes que comparten un mismo espacio o espacios propios. Hemos de tener en cuenta que la conexión entre dos viñetas sea suficientemente buena. Si es necesario será oportuno reforzar el uso de los recursos como el anclaje, el cartucho, el texto en off…, entre otros.




El cartutx es un texto situado entre dos viñetas con la finalidad de enlazarlas.




A la viñeta de la chica, el texto está en off porque procede de un personaje que no está encuadrado a la misma viñeta.



Signos propios del cómic

El lenguaje del comic ha establecido unos signos convencionales que actualmente todos conocen e interpretan de la misma manera. Los más importantes son los siguientes:


Los códigos gestuales.

Los dibujantes de cómics saben  perfectamente que el lenguaje de la expresión del rostro es muy importante: lo intensifican al máximo cuando quiren indicar los sentimientos y estados de ánimo de sus personajes.
Los gestos del cuerpo completa la expresividad de la cara, ayuda a mostrar relaciones interpersonales e indica qué acciones hacen los personajes.


El dibujante exagera los gestos para que sean más expresivos y convincentes.

  


Estefi, el personaje de la dibujante Grazia Nidaso, es especialmente expresiva.


Las líneas cinéticas.

Representan las marcas que dejan los movimientos de los personajes y objetos cuando se desplazan. Se trazan detrás del cuerpo que se mueve e indican la trayectoria que ha seguido, o bien traducen los efectos del movimiento representado: impacto, velocidad, temblor, descomposición visual…  Estas líneas no tienen una semejanza icónica con la realidad, , pero resultan muy efectivas para sugerir la acción.



Descomposición visual del movimiento que representa que es muy rápido.




Impacto representado en forma de estrella.






Trayectoria lineal reforzada con blanco.



Los elementos fonéticos.

Los bocadillos o globos.

Son un recurso propio del cómic y de la fotonovela. Se utilizan para integrar los diálogos o los pensamientos de los personajes en la viñeta.
Están formados por un cuerpo que contiene el texto y por una cola que indica qué personaje lo dice. La forma del bocadillo o globo y de la cola  refuerzan el significado de las palabras o de las condiciones en que se dicen.



Según la procedencia del sonido, la cola del bocadillo cambia: 1) voz normal; 2) voz procedente de un aparato; 3) pensamiento; 4) voces conjuntas de diversos personajes.



Las onomatopeyas

Son las representaciones de los sonidos con signos exagerados de la escritura fonética. En gran parte derivan de la lengua inglesa, pero se utilizan universalmente.







La forma de las letras que constituyen la onomatopeya acentúa el significado.



Bibliografía

Nebot, A., Nuñez, C. y Padro J.M. (2002). Croma. Visual i Plástica 1r Cicle. Casals. Editorial Barcelona.


Elegí EL CÓMIC porque en una entrada que realizaré más adelante nos será útil recordarla para comprender mejor el escrito.




No nos olvidemos entonces que en EL CÓMIC se combinan dos lenguajes: el gráfico (los dibujos) y el verbal (los textos). En un cómic hay viñetas (cada uno de los recuadros ilustrados con dibujos); cartelas (textos que contienen el relato); bocadillos
(con los diálogos o pensamientos de los personajes); y las onomatopeyas (representaciones gráficas de los sonidos). 
-Cabriola 6. 1999, Grupo Santillana Ediciones. Madrid, España-.


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